La huerta y el comedor escolar como espacios de aprendizajes para la promoción de hábitos alimentarios y estilos de vida saludables
BORRÁS Graciela, POBLET Armando y GARCÍA Julian. [Descargar]
La escuela es uno de los ámbitos que los niños, adolescentes y jóvenes identifican
como centrales, ya que adquiere un valor preponderante, pues allí donde la sociedad
los excluye, la escuela los incluye resaltando su valía social y escolar (Filmus y otros,
2001). Ante la falta de laboratorio en la escuela, se pensó en el desarrollo de una huerta
como un “gran laboratorio natural”, que posibilitara la puesta en marcha de diversos
procesos. Por un lado como se mencionó con anterioridad, el desarrollo de temas
relacionados a cuestiones productivas que no son ajenas a esta comunidad escolar y
por otro lado, la huerta nos permitía poner la cuestión alimentaria en el centro del
debate, desde la perspectiva de la educación alimentaria y ambiental.
Desde una perspectiva crítica, y abonando la idea
de transitar una educación popular esta propuesta ubica en el centro la participación
comunitaria con sus saberes construidos histórica y socialmente, como un elemento
central en el proceso.