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Desde
hace un tiempo a esta parte CUSO Américas-
Caribe se ha propuesto comenzar a sistematizar experiencias
que se han ido forjando en el trabajo conjunto
de contrapartes y cooperantes en la Región. Mas que un esfuerzo
académico, la intención ha sido recuperar de forma concreta, con casos específicos, qué es
lo que se ha aportado, qué se ha aprendido, y cómo
podemos mejorar lo que viene.
Mucho conocimiento se ha generado, muchas nuevas prácticas se han establecido, un sinnúmero
de lecciones aprendidas. Este primer esfuerzo intenta recoger
parte de ese acumulado, para compartir, para hacer
del conocimiento un instrumento útil de cambio.
Mucho se ha dicho y hecho en relación a la creación
de redes de conocimiento, y de cómo la tecnología de
la información juega un papel fundamental para su
sostenimiento. Pero este esfuerzo será en vano si al culminar las
comunidades con las cuales trabajamos, personas concretas y con las cuales
nuestras contrapartes están íntimamente
ligadas, no han mejorado
su condición económica y social, no han fortalecido
sus capacidades para participar en la toma de decisiones
que las afectan, o si su entorno medioambiental y
sus recursos naturales no están en una mejor condición
de sostenibilidad, y si en definitiva, sus derechos
básicos como ciudadanos plenos no son ampliamente
respetados ni valorados en su total dimensión.
Esta visión es la que sustenta este primer esfuerzo de
compartir los desafíos y las contribuciones realizadas
y vividas por algunos de nuestros cooperantes. Experiencias marcadas
por un aporte concreto de conocimientos, pero también por una profunda
entrega humana. Es el gran privilegio de la cooperación, el de
establecer lazos imperecederos entre personas, comunidades
y organizaciones, que van mas allá de una
transferencia de conocimientos o experiencias. Es con
el fin común de alcanzar una vida mejor, más justa y
equitativa para todos. |